Nintendo Switch ya tiene su juego más brutal, y veo realmente complicado elevar el listón: DOOM Eternal es la consagración de una saga de culto y, a la vez, una carnicería de proporciones apocalípticas. Sin embargo, lo que te retiene a los mandos durante horas y horas no es la barbarie que se muestra en pantalla, sino la excelencia que emana en cada uno de sus apartados. Y pese a las estrictas limitaciones del hardware nintendero, que las tiene, esa excelencia también se manifiesta en su espectacular aspecto.
La llegada del DOOM Slayer a Switch no solo es una promesa cumplida por parte de Bethesda que ha tardado más de lo deseado en hacerse realidad, sino que también supone una demostración de lo que se puede lograr en la consola de Nintendo: todo aquello que consagra a DOOM Eternal como un imprescindible en el resto de consolas y sistemas de escritorio dice presente en Switch.
Siendo más modesto en lo técnico, desde luego, pero igual de ambicioso en lo referente a sus contenidos y la experiencia que persigue y logra con holgura. Algo que puedes ver en la siguiente captura, y todas las que verás a lo largo de nuestro análisis. Porque la versión de DOOM Eternal para Switch no iguala lo visto en otros sistemas, pero luce de escándalo.
Porque DOOM Eternal es el nuevo techo de la ultraviolencia. Tal cual. Su manera de invitarnos a realizar la purga demoníaca definitiva sigue siendo impecable en la consola de Nintendo. Revalidando sus sensaciones originales y provocando nuevamente esa extraña satisfacción de logro al superar una intensa oleada de enemigos que nos remite directamente a los grandes clásicos del género de los FPS.
La destrucción y la barbarie de DOOM Eternal impulsan su excelencia como Shooter
¿El secreto para conseguirlo? Un gunplay impoluto, mapas retorcidos que parecen haberse creado de manera artesanal, enemigos que nos llevarán más allá de nuestro límite y una premisa universal: por muy demencial que sea la situación, y en ese aspecto Bethesda no se ha contenido lo más mínimo, siempre es el DOOM Slayer el que lleva el ritmo de la partida. Llevando la destrucción y la barbarie por bandera.
Haciendo que, en el proceso, el jugador sea siempre cómplice del Slayer en sus actos más bárbaros y sus mayores atrocidades, al tiempo que se nos deja ser creativos al reducir hordas enteras de demonios y colosales enemigos a una grotesca acumulación de vísceras, sesos y sangre repartida de manera caótica por el suelo que pisamos. Y lo que es más importante, haciendo que la experiencia de juego solo pueda ser definida como impecable.
Con eso por delante: ¿qué podemos esperar de DOOM Eternal en Nintendo Switch? Por un lado, lo mejor de las experiencias lanzadas en el resto de sistemas. Por otro, el nuevo techo visual de una consola que no necesita de juego en nube para mover The Witcher III, Overwatch o Dragon Ball FighterZ. Y pese a que la resolución de DOOM Eternal se desploma en modo portátil, como verás en más detalle a continuación, como adaptación hecha a medida sigue siendo toda una sorpresa.
Table of Contents
Nueva vida y gloria para el DOOM Slayer en Nintendo Switch
Teniendo en cuenta que DOOM Eternal ya forma parte del catálogo de Game Pass en Xbox y PC, la doble pregunta se hace sola: ¿qué podemos esperar de esta adaptación de Switch? Tanto en lo relativo a sus contenidos de lanzamiento y futuros como en lo que concierne a los límites de la consola dos-en-uno de Nintendo.
De partida, Switch recibe la gloriosa campaña de DOOM Eternal sin censuras ni recortes. Todas las fases, enemigos y su terriblemente acertado nivel de progresión llegan absolutamente intactos salvo en lo relativo a sus acabados, de los cuales hablaremos solo un poquito más abajo. Y, a diferencia de los lanzamientos originales, el multijugador BATTLEMODE está presente y en activo de salida.
Merece la pena indicar que existe una única excepción en lo relativo a la oferta de juego: la expansión (de pago) The Ancient Gods, cuya primera parte ya está disponible en el resto de sistemas, no aparece en el menú principal del juego. Queremos entender que será lanzada en Nintendo Switch más adelante. Sin embargo, con lo que ya se ofrece a través de la campaña y su multijugador iremos más que sobrados en cuestión de contenidos.
Lo cual nos lleva al verdadero quid de la cuestión: ¿Cuál es el sacrificio visual de DOOM Eternal para poder moverse en Nintendo Switch? De entrada, aquí puedes ver tres capturas del juego en el modo portátil de Switch, el modo TV (conectada al Dock de la consola) y de la versión de Xbox Series X, la consola de 12 Teraflops de Microsoft.
DOOM Eternal para Nintendo Switch en modo portátil
DOOM Eternal para Nintendo Switch en modo TV
DOOM Eternal para Xbox Series X
Puestos en común vemos que existe un notable salto de calidad y resolución entre los modos portátil y TV que se manifiesta en los acabados, las texturas y que queda más patente a la hora de mostrar los elementos más alejados. Sin embargo, la brecha técnica que separa la versión de Switch conectada al televisor con la de la consola de nueva generación más potente es bastante asumible.
Las diferencias, claro, están en los pequeños detalles. Sobre las versiones portátiles no podemos pedir demasiado dado que las pantallas de la propia Switch no van más allá de los 720p. Sin embargo, está a la vista que la reducción de efectos o que se hayan sacrificado detalles como la recreación de lava en favor de los aspectos más esenciales hace que el resultado final sea muy satisfactorio.
De hecho, la siguiente tanda de imágenes ejemplifica mejor cómo afecta la restricción de los acabados en el hardware nintendero.
DOOM Eternal para Nintendo Switch en modo portátil
DOOM Eternal para Nintendo Switch en modo TV
DOOM Eternal para Xbox Series X
Aspectos como los relieves de la puerta se diluyen en la versión portátil. No es que no hayan sido recreados, pero tampoco reflejan la brutal labor y el trabajo que se manifiestan en el juego original. Aunque, siendo justos, no los echaremos de menos en mitad de un tiroteo.
Mención especial a la interfaz de juego, la cual ha sido aclimatada para lucir bien tanto en portátil como en sobremesa de modo que todos los indicadores estén a la vista sin tener que forzar la vista. A lo que hay que añadir la posibilidad de ajustarla un poquito más desde las opciones.
Interfaz de DOOM Eternal para Nintendo Switch en modo portátil
Interfaz de DOOM Eternal para Xbox Series X
Con lo visual establecido, ¿qué ocurre con el rendimiento? Nuevamente tenemos que tener dos varas de medir en la edición de Nintendo Switch. De entrada, por muchos enemigos y efectos que haya en pantalla o muy retorcidas que sean los escenarios, en ningún momento DOOM Eternal se ralentiza o sufre de tirones. El Slayer se mueve como la seda tanto en portátil como en sobremesa.
Sin embargo, el precio a pagar para que esto sea así y mantener el frenetismo constante de las partidas es que el juego tiende a abusar de la resolución dinámica, de modo que si vamos muy lanzados no podremos apreciar en todo su esplendor el sistema de daños que deja expuestos y en carne viva los daños que infringimos a los demonios y monstruosidades que nos salen al paso.
A cambio, la ejecución de nuestros finishers va fina como la seda. El ritmo de los combates es tremendamente intenso en todo momento y la movilidad del Slayer alcanza el mismo nivel de excelencia que en el resto de sistemas, aunque en lo personal sigo echando en falta que Switch -o el mando Pro de Nintendo- dispongan de gatillos en lugar de botones planos.
Ahora bien, Panic Button ha tenido en cuenta las posibilidades de Switch a la hora de introducir una opción de control que aprovecha los controles de movimiento integrados en los Joy Cons. Sin embargo, DOOM Eternal es un juego en el que se dispara constantemente, la movilidad es esencial para sobrevivir a sus frenéticos combates y se apunta solo cuando es posible, con lo que esta adición no termina de brillar del todo.
Por supuesto, el regreso de los niveles con tintes plataformeros y esencia de metroidvania vuelve a brillar con luz propia, de modo que se premia nuestra violencia desenfrenada, pero también nuestra curiosidad a la hora de explorar los niveles con toneladas de secretos, desafíos extra y coleccionables que, sumados, terminan de redondear una experiencia tan brutal como soberbia.
BATTLEMODE, el brutal multijugador de DOOM Eternal
La experiencia de DOOM Eternal va mucho más allá de su campaña single player y se corona con BATTLEMODE, su único modo multijugador. Una experiencia competitiva de carácter asimétrico que no solo retiene con maestría el frenetismo y la barbarie de la campaña, sino que le añade nuevas capas de variedad a la experiencia.
En esencia, la propuesta de BATTLEMODE se resume en enfrentar al DOOM Slayer contra dos poderosos demonios, los cuales tienen la capacidad de conjurar toda clase de criaturas y trampas. El jugador que controle al Slayer se verá desbordado de amenazas pero, con la suficiente habilidad, podrá reponer munición y salud a base de demacrar a sus enemigos, lo cual equilibra el combate.
Por su parte, los jugadores que controlen a los demonios podrán alternar entre una amplia variedad de criaturas con sus propias características y sistemas de movilidad, pero también acomodar sus habilidades, características e invocaciones en la previa al encuentro. Y en caso de estar coordinados y saber complementarse, lo cual no es sencillo con todo el caos generado en pantalla, serán prácticamente imparables.
BATTLEMODE añade nuevas capas de variedad a la experiencia DOOM Eternal
Ahora bien, BATTLEMODE logra que cada combate sea más interesante conforme evoluciona la propia partida. Para que se sentencie la victoria final, el Slayer o los demonios deben ganar tres asaltos, sumando mejoras que aumentan las capacidades ofensivas o refuerzan las características de cada jugador antes de iniciar la siguiente ronda. Lo cual da pie a que haya giros imprevisibles a partir de la tercera ronda.
Si bien abordar la campaña de DOOM Eternal es una gozada en Switch, a pesar de sus limitaciones, jugar a BATTLEMODE en la consola de Nintendo tiene sus propios contras. Que se tarde en encontrar partida y jugadores es relativamente normal: el propio juego te recomienda activamente que llegues a un punto concreto de la Campaña. Y pasar por el tutorial no es opcional. A lo que hay que sumar, claro, que el volumen de jugadores de Nintendo Switch Online no se puede comparar con el de otras plataformas.
Por otro lado, en BATTLEMODE es cuando más se hace patente el sistema de la resolución dinámica. Especialmente en portátil. En Panic Button decidieron volcarse de lleno en el rendimiento, y dada la naturaleza del propio modo hicieron lo correcto. En consecuencia, como multijugador funciona de maravilla y redondea el valor del propio juego, pero lo cierto es que la experiencia se hace más disfrutable desde el resto de sistemas.
Dicho lo cual, si bien la intensidad de BATTLEMODE es tan salvaje como la propia Campaña, seguimos echando en falta otros modos multijugador más tradicionales y asociados a DOOM, como el clásico Deathmatch o el alocado creador niveles de DOOM (2016).
Pese a ello, BATTLEMODE se beneficia totalmente del sistema de progresos del juego, permitiéndonos desbloquear contenidos extra de manera gratuita como nuevos aspectos, gestos y elementos estéticos para el Slayer y los demonios. Elevando hasta el infinito la generosa rejugabilidad de DOOM Eternal.
La opinión de VidaExtra
El Slayer vuelve a triunfar, y lo hace sin contenerse en cuestión de ultraviolencia y ante su mayor desafío: acomodar la apoteósica experiencia original que nos voló la cabeza en PCs y consolas a un sistema con sus propios límites y características, pero que no ha parado de darnos sorpresas y alegrías desde su lanzamiento. Siendo, la más reciente de ellas, el propio DOOM Eternal.
Un shooter brutal que no solo está a la altura de una saga de culto, sino que se impone como una cita obligada para todos los que alucinaron con el también aclamado DOOM de 2016 y añoran la esencia de los FPS clásicos.
En lo referente a su campaña, sus mapas son colosales en tamaño, retorcidamente brillantes en diseño y muy desafiantes en los combates. A lo que hay que sumar toneladas de secretos y desbloqueables e interesantes recursos para volver a visitarlos, como los trucos repartidos por el propio juego (en formato de disquete) o los Niveles Maestros.
Ofreciendo al jugador en el proceso una trama gloriosa con un desarrollo apoteósico que logra cautivar al jugador entre tanta barbarie y atar todo el legado de DOOM en sus compases finales.
La consola de Nintendo suma uno de los mejores y más brutales shooters jamás hechos
Y pese a que su multijugador BATTLEMODE no brilla con la misma intensidad que en el resto de sistemas, su propio planteamiento iguala el tono y el frenetismo de la Campaña. Lo cual es un logro en sí mismo.
Hay factores concretos que, sin ser puntos en contra, lucen como oportunidades perdidas. Y no tienen que ver con la resolución o el rendimiento, sino a la inclusión de nuevas modalidades multijugador o una mejor implementación en el uso de los Joy Cons en la experiencia. Un aspecto que, por cierto, Bethesda siempre ha cuidado en sus anteriores títulos acomodados a Nintendo Switch.
Sin embargo, ante lo visto y lo logrado con DOOM Eternal en Nintendo Switch uno solo puede quedarse asombrado. La experiencia íntegra ha sido llevada a una consola que se niega rotundamente a quedarse anclada en los catálogos de generaciones anteriores.
El precio a pagar por jugar a DOOM Eternal en cuestión de presentación salta a la vista en el modo portátil, y presumiblemente las consolas Switch Lite, pero el resultado final supone un nuevo hito para la consola de Nintendo. Especialmente, si jugamos con la consola conectada al Dock y desde una TV, resulta una agradable sorpresa.
Panic Button vuelve a conseguir que nos quitemos el sombrero a través de una conversión que saca a relucir lo mejor de Nintendo Switch y, en el proceso, también expone sus propios límites de hardware. Pero al final logra lo que se propone: igualar la intensidad y la grandeza de un título que se ha posicionado preferentemente -y de manera merecida- entre los mejores y más brutales shooters jamás hechos.
DOOM Eternal
Plataformas | Nintendo Switch |
---|---|
Multijugador | Sí |
Desarrollador | id Software /Panic Button |
Compañía | Bethesda |
Lanzamiento | 8 de diciembre de 2020 |
Precio | 59,99 euros |
Lo mejor
- El shooter más demencial jamás publicado en una consola de Nintendo
- Una adaptación muy logradísima, pese a su resolución en portátil
- Una campaña que es para quitarse el sombrero
Lo peor
- Se echan en falta más modos multijugador
- El sistema de apuntado por movimiento puede resultar caótico
Nintendo Switch ya tiene su juego más brutal, y veo realmente complicado elevar el listón: DOOM Eternal es la consagración de una saga de culto y, a la vez, una carnicería de proporciones apocalípticas. Sin embargo, lo que te retiene a los mandos durante horas y horas no es la barbarie que se muestra en pantalla, sino la excelencia que emana en cada uno de sus apartados. Y pese a las estrictas limitaciones del hardware nintendero, que las tiene, esa excelencia también se manifiesta en su espectacular aspecto.
La llegada del DOOM Slayer a Switch no solo es una promesa cumplida por parte de Bethesda que ha tardado más de lo deseado en hacerse realidad, sino que también supone una demostración de lo que se puede lograr en la consola de Nintendo: todo aquello que consagra a DOOM Eternal como un imprescindible en el resto de consolas y sistemas de escritorio dice presente en Switch.
Siendo más modesto en lo técnico, desde luego, pero igual de ambicioso en lo referente a sus contenidos y la experiencia que persigue y logra con holgura. Algo que puedes ver en la siguiente captura, y todas las que verás a lo largo de nuestro análisis. Porque la versión de DOOM Eternal para Switch no iguala lo visto en otros sistemas, pero luce de escándalo.
Porque DOOM Eternal es el nuevo techo de la ultraviolencia. Tal cual. Su manera de invitarnos a realizar la purga demoníaca definitiva sigue siendo impecable en la consola de Nintendo. Revalidando sus sensaciones originales y provocando nuevamente esa extraña satisfacción de logro al superar una intensa oleada de enemigos que nos remite directamente a los grandes clásicos del género de los FPS.
La destrucción y la barbarie de DOOM Eternal impulsan su excelencia como Shooter
¿El secreto para conseguirlo? Un gunplay impoluto, mapas retorcidos que parecen haberse creado de manera artesanal, enemigos que nos llevarán más allá de nuestro límite y una premisa universal: por muy demencial que sea la situación, y en ese aspecto Bethesda no se ha contenido lo más mínimo, siempre es el DOOM Slayer el que lleva el ritmo de la partida. Llevando la destrucción y la barbarie por bandera.
Haciendo que, en el proceso, el jugador sea siempre cómplice del Slayer en sus actos más bárbaros y sus mayores atrocidades, al tiempo que se nos deja ser creativos al reducir hordas enteras de demonios y colosales enemigos a una grotesca acumulación de vísceras, sesos y sangre repartida de manera caótica por el suelo que pisamos. Y lo que es más importante, haciendo que la experiencia de juego solo pueda ser definida como impecable.
Con eso por delante: ¿qué podemos esperar de DOOM Eternal en Nintendo Switch? Por un lado, lo mejor de las experiencias lanzadas en el resto de sistemas. Por otro, el nuevo techo visual de una consola que no necesita de juego en nube para mover The Witcher III, Overwatch o Dragon Ball FighterZ. Y pese a que la resolución de DOOM Eternal se desploma en modo portátil, como verás en más detalle a continuación, como adaptación hecha a medida sigue siendo toda una sorpresa.
Nueva vida y gloria para el DOOM Slayer en Nintendo Switch
Teniendo en cuenta que DOOM Eternal ya forma parte del catálogo de Game Pass en Xbox y PC, la doble pregunta se hace sola: ¿qué podemos esperar de esta adaptación de Switch? Tanto en lo relativo a sus contenidos de lanzamiento y futuros como en lo que concierne a los límites de la consola dos-en-uno de Nintendo.
De partida, Switch recibe la gloriosa campaña de DOOM Eternal sin censuras ni recortes. Todas las fases, enemigos y su terriblemente acertado nivel de progresión llegan absolutamente intactos salvo en lo relativo a sus acabados, de los cuales hablaremos solo un poquito más abajo. Y, a diferencia de los lanzamientos originales, el multijugador BATTLEMODE está presente y en activo de salida.
Merece la pena indicar que existe una única excepción en lo relativo a la oferta de juego: la expansión (de pago) The Ancient Gods, cuya primera parte ya está disponible en el resto de sistemas, no aparece en el menú principal del juego. Queremos entender que será lanzada en Nintendo Switch más adelante. Sin embargo, con lo que ya se ofrece a través de la campaña y su multijugador iremos más que sobrados en cuestión de contenidos.
Lo cual nos lleva al verdadero quid de la cuestión: ¿Cuál es el sacrificio visual de DOOM Eternal para poder moverse en Nintendo Switch? De entrada, aquí puedes ver tres capturas del juego en el modo portátil de Switch, el modo TV (conectada al Dock de la consola) y de la versión de Xbox Series X, la consola de 12 Teraflops de Microsoft.
DOOM Eternal para Nintendo Switch en modo portátil
DOOM Eternal para Nintendo Switch en modo TV
DOOM Eternal para Xbox Series X
Puestos en común vemos que existe un notable salto de calidad y resolución entre los modos portátil y TV que se manifiesta en los acabados, las texturas y que queda más patente a la hora de mostrar los elementos más alejados. Sin embargo, la brecha técnica que separa la versión de Switch conectada al televisor con la de la consola de nueva generación más potente es bastante asumible.
Las diferencias, claro, están en los pequeños detalles. Sobre las versiones portátiles no podemos pedir demasiado dado que las pantallas de la propia Switch no van más allá de los 720p. Sin embargo, está a la vista que la reducción de efectos o que se hayan sacrificado detalles como la recreación de lava en favor de los aspectos más esenciales hace que el resultado final sea muy satisfactorio.
De hecho, la siguiente tanda de imágenes ejemplifica mejor cómo afecta la restricción de los acabados en el hardware nintendero.
DOOM Eternal para Nintendo Switch en modo portátil
DOOM Eternal para Nintendo Switch en modo TV
DOOM Eternal para Xbox Series X
Aspectos como los relieves de la puerta se diluyen en la versión portátil. No es que no hayan sido recreados, pero tampoco reflejan la brutal labor y el trabajo que se manifiestan en el juego original. Aunque, siendo justos, no los echaremos de menos en mitad de un tiroteo.
Mención especial a la interfaz de juego, la cual ha sido aclimatada para lucir bien tanto en portátil como en sobremesa de modo que todos los indicadores estén a la vista sin tener que forzar la vista. A lo que hay que añadir la posibilidad de ajustarla un poquito más desde las opciones.
Interfaz de DOOM Eternal para Nintendo Switch en modo portátil
Interfaz de DOOM Eternal para Xbox Series X
Con lo visual establecido, ¿qué ocurre con el rendimiento? Nuevamente tenemos que tener dos varas de medir en la edición de Nintendo Switch. De entrada, por muchos enemigos y efectos que haya en pantalla o muy retorcidas que sean los escenarios, en ningún momento DOOM Eternal se ralentiza o sufre de tirones. El Slayer se mueve como la seda tanto en portátil como en sobremesa.
Sin embargo, el precio a pagar para que esto sea así y mantener el frenetismo constante de las partidas es que el juego tiende a abusar de la resolución dinámica, de modo que si vamos muy lanzados no podremos apreciar en todo su esplendor el sistema de daños que deja expuestos y en carne viva los daños que infringimos a los demonios y monstruosidades que nos salen al paso.
A cambio, la ejecución de nuestros finishers va fina como la seda. El ritmo de los combates es tremendamente intenso en todo momento y la movilidad del Slayer alcanza el mismo nivel de excelencia que en el resto de sistemas, aunque en lo personal sigo echando en falta que Switch -o el mando Pro de Nintendo- dispongan de gatillos en lugar de botones planos.
Ahora bien, Panic Button ha tenido en cuenta las posibilidades de Switch a la hora de introducir una opción de control que aprovecha los controles de movimiento integrados en los Joy Cons. Sin embargo, DOOM Eternal es un juego en el que se dispara constantemente, la movilidad es esencial para sobrevivir a sus frenéticos combates y se apunta solo cuando es posible, con lo que esta adición no termina de brillar del todo.
Por supuesto, el regreso de los niveles con tintes plataformeros y esencia de metroidvania vuelve a brillar con luz propia, de modo que se premia nuestra violencia desenfrenada, pero también nuestra curiosidad a la hora de explorar los niveles con toneladas de secretos, desafíos extra y coleccionables que, sumados, terminan de redondear una experiencia tan brutal como soberbia.
BATTLEMODE, el brutal multijugador de DOOM Eternal
La experiencia de DOOM Eternal va mucho más allá de su campaña single player y se corona con BATTLEMODE, su único modo multijugador. Una experiencia competitiva de carácter asimétrico que no solo retiene con maestría el frenetismo y la barbarie de la campaña, sino que le añade nuevas capas de variedad a la experiencia.
En esencia, la propuesta de BATTLEMODE se resume en enfrentar al DOOM Slayer contra dos poderosos demonios, los cuales tienen la capacidad de conjurar toda clase de criaturas y trampas. El jugador que controle al Slayer se verá desbordado de amenazas pero, con la suficiente habilidad, podrá reponer munición y salud a base de demacrar a sus enemigos, lo cual equilibra el combate.
Por su parte, los jugadores que controlen a los demonios podrán alternar entre una amplia variedad de criaturas con sus propias características y sistemas de movilidad, pero también acomodar sus habilidades, características e invocaciones en la previa al encuentro. Y en caso de estar coordinados y saber complementarse, lo cual no es sencillo con todo el caos generado en pantalla, serán prácticamente imparables.
BATTLEMODE añade nuevas capas de variedad a la experiencia DOOM Eternal
Ahora bien, BATTLEMODE logra que cada combate sea más interesante conforme evoluciona la propia partida. Para que se sentencie la victoria final, el Slayer o los demonios deben ganar tres asaltos, sumando mejoras que aumentan las capacidades ofensivas o refuerzan las características de cada jugador antes de iniciar la siguiente ronda. Lo cual da pie a que haya giros imprevisibles a partir de la tercera ronda.
Si bien abordar la campaña de DOOM Eternal es una gozada en Switch, a pesar de sus limitaciones, jugar a BATTLEMODE en la consola de Nintendo tiene sus propios contras. Que se tarde en encontrar partida y jugadores es relativamente normal: el propio juego te recomienda activamente que llegues a un punto concreto de la Campaña. Y pasar por el tutorial no es opcional. A lo que hay que sumar, claro, que el volumen de jugadores de Nintendo Switch Online no se puede comparar con el de otras plataformas.
Por otro lado, en BATTLEMODE es cuando más se hace patente el sistema de la resolución dinámica. Especialmente en portátil. En Panic Button decidieron volcarse de lleno en el rendimiento, y dada la naturaleza del propio modo hicieron lo correcto. En consecuencia, como multijugador funciona de maravilla y redondea el valor del propio juego, pero lo cierto es que la experiencia se hace más disfrutable desde el resto de sistemas.
Dicho lo cual, si bien la intensidad de BATTLEMODE es tan salvaje como la propia Campaña, seguimos echando en falta otros modos multijugador más tradicionales y asociados a DOOM, como el clásico Deathmatch o el alocado creador niveles de DOOM (2016).
Pese a ello, BATTLEMODE se beneficia totalmente del sistema de progresos del juego, permitiéndonos desbloquear contenidos extra de manera gratuita como nuevos aspectos, gestos y elementos estéticos para el Slayer y los demonios. Elevando hasta el infinito la generosa rejugabilidad de DOOM Eternal.
La opinión de VidaExtra
El Slayer vuelve a triunfar, y lo hace sin contenerse en cuestión de ultraviolencia y ante su mayor desafío: acomodar la apoteósica experiencia original que nos voló la cabeza en PCs y consolas a un sistema con sus propios límites y características, pero que no ha parado de darnos sorpresas y alegrías desde su lanzamiento. Siendo, la más reciente de ellas, el propio DOOM Eternal.
Un shooter brutal que no solo está a la altura de una saga de culto, sino que se impone como una cita obligada para todos los que alucinaron con el también aclamado DOOM de 2016 y añoran la esencia de los FPS clásicos.
En lo referente a su campaña, sus mapas son colosales en tamaño, retorcidamente brillantes en diseño y muy desafiantes en los combates. A lo que hay que sumar toneladas de secretos y desbloqueables e interesantes recursos para volver a visitarlos, como los trucos repartidos por el propio juego (en formato de disquete) o los Niveles Maestros.
Ofreciendo al jugador en el proceso una trama gloriosa con un desarrollo apoteósico que logra cautivar al jugador entre tanta barbarie y atar todo el legado de DOOM en sus compases finales.
La consola de Nintendo suma uno de los mejores y más brutales shooters jamás hechos
Y pese a que su multijugador BATTLEMODE no brilla con la misma intensidad que en el resto de sistemas, su propio planteamiento iguala el tono y el frenetismo de la Campaña. Lo cual es un logro en sí mismo.
Hay factores concretos que, sin ser puntos en contra, lucen como oportunidades perdidas. Y no tienen que ver con la resolución o el rendimiento, sino a la inclusión de nuevas modalidades multijugador o una mejor implementación en el uso de los Joy Cons en la experiencia. Un aspecto que, por cierto, Bethesda siempre ha cuidado en sus anteriores títulos acomodados a Nintendo Switch.
Sin embargo, ante lo visto y lo logrado con DOOM Eternal en Nintendo Switch uno solo puede quedarse asombrado. La experiencia íntegra ha sido llevada a una consola que se niega rotundamente a quedarse anclada en los catálogos de generaciones anteriores.
El precio a pagar por jugar a DOOM Eternal en cuestión de presentación salta a la vista en el modo portátil, y presumiblemente las consolas Switch Lite, pero el resultado final supone un nuevo hito para la consola de Nintendo. Especialmente, si jugamos con la consola conectada al Dock y desde una TV, resulta una agradable sorpresa.
Panic Button vuelve a conseguir que nos quitemos el sombrero a través de una conversión que saca a relucir lo mejor de Nintendo Switch y, en el proceso, también expone sus propios límites de hardware. Pero al final logra lo que se propone: igualar la intensidad y la grandeza de un título que se ha posicionado preferentemente -y de manera merecida- entre los mejores y más brutales shooters jamás hechos.
DOOM Eternal
Plataformas | Nintendo Switch |
---|---|
Multijugador | Sí |
Desarrollador | id Software /Panic Button |
Compañía | Bethesda |
Lanzamiento | 8 de diciembre de 2020 |
Precio | 59,99 euros |
Lo mejor
- El shooter más demencial jamás publicado en una consola de Nintendo
- Una adaptación muy logradísima, pese a su resolución en portátil
- Una campaña que es para quitarse el sombrero
Lo peor
- Se echan en falta más modos multijugador
- El sistema de apuntado por movimiento puede resultar caótico
Nintendo Switch ya tiene su juego más brutal, y veo realmente complicado elevar el listón: DOOM Eternal es la consagración de una saga de culto y, a la vez, una carnicería de proporciones apocalípticas. Sin embargo, lo que te retiene a los mandos durante horas y horas no es la barbarie que se muestra en pantalla, sino la excelencia que emana en cada uno de sus apartados. Y pese a las estrictas limitaciones del hardware nintendero, que las tiene, esa excelencia también se manifiesta en su espectacular aspecto.
La llegada del DOOM Slayer a Switch no solo es una promesa cumplida por parte de Bethesda que ha tardado más de lo deseado en hacerse realidad, sino que también supone una demostración de lo que se puede lograr en la consola de Nintendo: todo aquello que consagra a DOOM Eternal como un imprescindible en el resto de consolas y sistemas de escritorio dice presente en Switch.
Siendo más modesto en lo técnico, desde luego, pero igual de ambicioso en lo referente a sus contenidos y la experiencia que persigue y logra con holgura. Algo que puedes ver en la siguiente captura, y todas las que verás a lo largo de nuestro análisis. Porque la versión de DOOM Eternal para Switch no iguala lo visto en otros sistemas, pero luce de escándalo.
Porque DOOM Eternal es el nuevo techo de la ultraviolencia. Tal cual. Su manera de invitarnos a realizar la purga demoníaca definitiva sigue siendo impecable en la consola de Nintendo. Revalidando sus sensaciones originales y provocando nuevamente esa extraña satisfacción de logro al superar una intensa oleada de enemigos que nos remite directamente a los grandes clásicos del género de los FPS.
La destrucción y la barbarie de DOOM Eternal impulsan su excelencia como Shooter
¿El secreto para conseguirlo? Un gunplay impoluto, mapas retorcidos que parecen haberse creado de manera artesanal, enemigos que nos llevarán más allá de nuestro límite y una premisa universal: por muy demencial que sea la situación, y en ese aspecto Bethesda no se ha contenido lo más mínimo, siempre es el DOOM Slayer el que lleva el ritmo de la partida. Llevando la destrucción y la barbarie por bandera.
Haciendo que, en el proceso, el jugador sea siempre cómplice del Slayer en sus actos más bárbaros y sus mayores atrocidades, al tiempo que se nos deja ser creativos al reducir hordas enteras de demonios y colosales enemigos a una grotesca acumulación de vísceras, sesos y sangre repartida de manera caótica por el suelo que pisamos. Y lo que es más importante, haciendo que la experiencia de juego solo pueda ser definida como impecable.
Con eso por delante: ¿qué podemos esperar de DOOM Eternal en Nintendo Switch? Por un lado, lo mejor de las experiencias lanzadas en el resto de sistemas. Por otro, el nuevo techo visual de una consola que no necesita de juego en nube para mover The Witcher III, Overwatch o Dragon Ball FighterZ. Y pese a que la resolución de DOOM Eternal se desploma en modo portátil, como verás en más detalle a continuación, como adaptación hecha a medida sigue siendo toda una sorpresa.
Nueva vida y gloria para el DOOM Slayer en Nintendo Switch
Teniendo en cuenta que DOOM Eternal ya forma parte del catálogo de Game Pass en Xbox y PC, la doble pregunta se hace sola: ¿qué podemos esperar de esta adaptación de Switch? Tanto en lo relativo a sus contenidos de lanzamiento y futuros como en lo que concierne a los límites de la consola dos-en-uno de Nintendo.
De partida, Switch recibe la gloriosa campaña de DOOM Eternal sin censuras ni recortes. Todas las fases, enemigos y su terriblemente acertado nivel de progresión llegan absolutamente intactos salvo en lo relativo a sus acabados, de los cuales hablaremos solo un poquito más abajo. Y, a diferencia de los lanzamientos originales, el multijugador BATTLEMODE está presente y en activo de salida.
Merece la pena indicar que existe una única excepción en lo relativo a la oferta de juego: la expansión (de pago) The Ancient Gods, cuya primera parte ya está disponible en el resto de sistemas, no aparece en el menú principal del juego. Queremos entender que será lanzada en Nintendo Switch más adelante. Sin embargo, con lo que ya se ofrece a través de la campaña y su multijugador iremos más que sobrados en cuestión de contenidos.
Lo cual nos lleva al verdadero quid de la cuestión: ¿Cuál es el sacrificio visual de DOOM Eternal para poder moverse en Nintendo Switch? De entrada, aquí puedes ver tres capturas del juego en el modo portátil de Switch, el modo TV (conectada al Dock de la consola) y de la versión de Xbox Series X, la consola de 12 Teraflops de Microsoft.
DOOM Eternal para Nintendo Switch en modo portátil
DOOM Eternal para Nintendo Switch en modo TV
DOOM Eternal para Xbox Series X
Puestos en común vemos que existe un notable salto de calidad y resolución entre los modos portátil y TV que se manifiesta en los acabados, las texturas y que queda más patente a la hora de mostrar los elementos más alejados. Sin embargo, la brecha técnica que separa la versión de Switch conectada al televisor con la de la consola de nueva generación más potente es bastante asumible.
Las diferencias, claro, están en los pequeños detalles. Sobre las versiones portátiles no podemos pedir demasiado dado que las pantallas de la propia Switch no van más allá de los 720p. Sin embargo, está a la vista que la reducción de efectos o que se hayan sacrificado detalles como la recreación de lava en favor de los aspectos más esenciales hace que el resultado final sea muy satisfactorio.
De hecho, la siguiente tanda de imágenes ejemplifica mejor cómo afecta la restricción de los acabados en el hardware nintendero.
DOOM Eternal para Nintendo Switch en modo portátil
DOOM Eternal para Nintendo Switch en modo TV
DOOM Eternal para Xbox Series X
Aspectos como los relieves de la puerta se diluyen en la versión portátil. No es que no hayan sido recreados, pero tampoco reflejan la brutal labor y el trabajo que se manifiestan en el juego original. Aunque, siendo justos, no los echaremos de menos en mitad de un tiroteo.
Mención especial a la interfaz de juego, la cual ha sido aclimatada para lucir bien tanto en portátil como en sobremesa de modo que todos los indicadores estén a la vista sin tener que forzar la vista. A lo que hay que añadir la posibilidad de ajustarla un poquito más desde las opciones.
Interfaz de DOOM Eternal para Nintendo Switch en modo portátil
Interfaz de DOOM Eternal para Xbox Series X
Con lo visual establecido, ¿qué ocurre con el rendimiento? Nuevamente tenemos que tener dos varas de medir en la edición de Nintendo Switch. De entrada, por muchos enemigos y efectos que haya en pantalla o muy retorcidas que sean los escenarios, en ningún momento DOOM Eternal se ralentiza o sufre de tirones. El Slayer se mueve como la seda tanto en portátil como en sobremesa.
Sin embargo, el precio a pagar para que esto sea así y mantener el frenetismo constante de las partidas es que el juego tiende a abusar de la resolución dinámica, de modo que si vamos muy lanzados no podremos apreciar en todo su esplendor el sistema de daños que deja expuestos y en carne viva los daños que infringimos a los demonios y monstruosidades que nos salen al paso.
A cambio, la ejecución de nuestros finishers va fina como la seda. El ritmo de los combates es tremendamente intenso en todo momento y la movilidad del Slayer alcanza el mismo nivel de excelencia que en el resto de sistemas, aunque en lo personal sigo echando en falta que Switch -o el mando Pro de Nintendo- dispongan de gatillos en lugar de botones planos.
Ahora bien, Panic Button ha tenido en cuenta las posibilidades de Switch a la hora de introducir una opción de control que aprovecha los controles de movimiento integrados en los Joy Cons. Sin embargo, DOOM Eternal es un juego en el que se dispara constantemente, la movilidad es esencial para sobrevivir a sus frenéticos combates y se apunta solo cuando es posible, con lo que esta adición no termina de brillar del todo.
Por supuesto, el regreso de los niveles con tintes plataformeros y esencia de metroidvania vuelve a brillar con luz propia, de modo que se premia nuestra violencia desenfrenada, pero también nuestra curiosidad a la hora de explorar los niveles con toneladas de secretos, desafíos extra y coleccionables que, sumados, terminan de redondear una experiencia tan brutal como soberbia.
BATTLEMODE, el brutal multijugador de DOOM Eternal
La experiencia de DOOM Eternal va mucho más allá de su campaña single player y se corona con BATTLEMODE, su único modo multijugador. Una experiencia competitiva de carácter asimétrico que no solo retiene con maestría el frenetismo y la barbarie de la campaña, sino que le añade nuevas capas de variedad a la experiencia.
En esencia, la propuesta de BATTLEMODE se resume en enfrentar al DOOM Slayer contra dos poderosos demonios, los cuales tienen la capacidad de conjurar toda clase de criaturas y trampas. El jugador que controle al Slayer se verá desbordado de amenazas pero, con la suficiente habilidad, podrá reponer munición y salud a base de demacrar a sus enemigos, lo cual equilibra el combate.
Por su parte, los jugadores que controlen a los demonios podrán alternar entre una amplia variedad de criaturas con sus propias características y sistemas de movilidad, pero también acomodar sus habilidades, características e invocaciones en la previa al encuentro. Y en caso de estar coordinados y saber complementarse, lo cual no es sencillo con todo el caos generado en pantalla, serán prácticamente imparables.
BATTLEMODE añade nuevas capas de variedad a la experiencia DOOM Eternal
Ahora bien, BATTLEMODE logra que cada combate sea más interesante conforme evoluciona la propia partida. Para que se sentencie la victoria final, el Slayer o los demonios deben ganar tres asaltos, sumando mejoras que aumentan las capacidades ofensivas o refuerzan las características de cada jugador antes de iniciar la siguiente ronda. Lo cual da pie a que haya giros imprevisibles a partir de la tercera ronda.
Si bien abordar la campaña de DOOM Eternal es una gozada en Switch, a pesar de sus limitaciones, jugar a BATTLEMODE en la consola de Nintendo tiene sus propios contras. Que se tarde en encontrar partida y jugadores es relativamente normal: el propio juego te recomienda activamente que llegues a un punto concreto de la Campaña. Y pasar por el tutorial no es opcional. A lo que hay que sumar, claro, que el volumen de jugadores de Nintendo Switch Online no se puede comparar con el de otras plataformas.
Por otro lado, en BATTLEMODE es cuando más se hace patente el sistema de la resolución dinámica. Especialmente en portátil. En Panic Button decidieron volcarse de lleno en el rendimiento, y dada la naturaleza del propio modo hicieron lo correcto. En consecuencia, como multijugador funciona de maravilla y redondea el valor del propio juego, pero lo cierto es que la experiencia se hace más disfrutable desde el resto de sistemas.
Dicho lo cual, si bien la intensidad de BATTLEMODE es tan salvaje como la propia Campaña, seguimos echando en falta otros modos multijugador más tradicionales y asociados a DOOM, como el clásico Deathmatch o el alocado creador niveles de DOOM (2016).
Pese a ello, BATTLEMODE se beneficia totalmente del sistema de progresos del juego, permitiéndonos desbloquear contenidos extra de manera gratuita como nuevos aspectos, gestos y elementos estéticos para el Slayer y los demonios. Elevando hasta el infinito la generosa rejugabilidad de DOOM Eternal.
La opinión de VidaExtra
El Slayer vuelve a triunfar, y lo hace sin contenerse en cuestión de ultraviolencia y ante su mayor desafío: acomodar la apoteósica experiencia original que nos voló la cabeza en PCs y consolas a un sistema con sus propios límites y características, pero que no ha parado de darnos sorpresas y alegrías desde su lanzamiento. Siendo, la más reciente de ellas, el propio DOOM Eternal.
Un shooter brutal que no solo está a la altura de una saga de culto, sino que se impone como una cita obligada para todos los que alucinaron con el también aclamado DOOM de 2016 y añoran la esencia de los FPS clásicos.
En lo referente a su campaña, sus mapas son colosales en tamaño, retorcidamente brillantes en diseño y muy desafiantes en los combates. A lo que hay que sumar toneladas de secretos y desbloqueables e interesantes recursos para volver a visitarlos, como los trucos repartidos por el propio juego (en formato de disquete) o los Niveles Maestros.
Ofreciendo al jugador en el proceso una trama gloriosa con un desarrollo apoteósico que logra cautivar al jugador entre tanta barbarie y atar todo el legado de DOOM en sus compases finales.
La consola de Nintendo suma uno de los mejores y más brutales shooters jamás hechos
Y pese a que su multijugador BATTLEMODE no brilla con la misma intensidad que en el resto de sistemas, su propio planteamiento iguala el tono y el frenetismo de la Campaña. Lo cual es un logro en sí mismo.
Hay factores concretos que, sin ser puntos en contra, lucen como oportunidades perdidas. Y no tienen que ver con la resolución o el rendimiento, sino a la inclusión de nuevas modalidades multijugador o una mejor implementación en el uso de los Joy Cons en la experiencia. Un aspecto que, por cierto, Bethesda siempre ha cuidado en sus anteriores títulos acomodados a Nintendo Switch.
Sin embargo, ante lo visto y lo logrado con DOOM Eternal en Nintendo Switch uno solo puede quedarse asombrado. La experiencia íntegra ha sido llevada a una consola que se niega rotundamente a quedarse anclada en los catálogos de generaciones anteriores.
El precio a pagar por jugar a DOOM Eternal en cuestión de presentación salta a la vista en el modo portátil, y presumiblemente las consolas Switch Lite, pero el resultado final supone un nuevo hito para la consola de Nintendo. Especialmente, si jugamos con la consola conectada al Dock y desde una TV, resulta una agradable sorpresa.
Panic Button vuelve a conseguir que nos quitemos el sombrero a través de una conversión que saca a relucir lo mejor de Nintendo Switch y, en el proceso, también expone sus propios límites de hardware. Pero al final logra lo que se propone: igualar la intensidad y la grandeza de un título que se ha posicionado preferentemente -y de manera merecida- entre los mejores y más brutales shooters jamás hechos.
DOOM Eternal
Plataformas | Nintendo Switch |
---|---|
Multijugador | Sí |
Desarrollador | id Software /Panic Button |
Compañía | Bethesda |
Lanzamiento | 8 de diciembre de 2020 |
Precio | 59,99 euros |
Lo mejor
- El shooter más demencial jamás publicado en una consola de Nintendo
- Una adaptación muy logradísima, pese a su resolución en portátil
- Una campaña que es para quitarse el sombrero
Lo peor
- Se echan en falta más modos multijugador
- El sistema de apuntado por movimiento puede resultar caótico
Nintendo Switch ya tiene su juego más brutal, y veo realmente complicado elevar el listón: DOOM Eternal es la consagración de una saga de culto y, a la vez, una carnicería de proporciones apocalípticas. Sin embargo, lo que te retiene a los mandos durante horas y horas no es la barbarie que se muestra en pantalla, sino la excelencia que emana en cada uno de sus apartados. Y pese a las estrictas limitaciones del hardware nintendero, que las tiene, esa excelencia también se manifiesta en su espectacular aspecto.
La llegada del DOOM Slayer a Switch no solo es una promesa cumplida por parte de Bethesda que ha tardado más de lo deseado en hacerse realidad, sino que también supone una demostración de lo que se puede lograr en la consola de Nintendo: todo aquello que consagra a DOOM Eternal como un imprescindible en el resto de consolas y sistemas de escritorio dice presente en Switch.
Siendo más modesto en lo técnico, desde luego, pero igual de ambicioso en lo referente a sus contenidos y la experiencia que persigue y logra con holgura. Algo que puedes ver en la siguiente captura, y todas las que verás a lo largo de nuestro análisis. Porque la versión de DOOM Eternal para Switch no iguala lo visto en otros sistemas, pero luce de escándalo.
Porque DOOM Eternal es el nuevo techo de la ultraviolencia. Tal cual. Su manera de invitarnos a realizar la purga demoníaca definitiva sigue siendo impecable en la consola de Nintendo. Revalidando sus sensaciones originales y provocando nuevamente esa extraña satisfacción de logro al superar una intensa oleada de enemigos que nos remite directamente a los grandes clásicos del género de los FPS.
La destrucción y la barbarie de DOOM Eternal impulsan su excelencia como Shooter
¿El secreto para conseguirlo? Un gunplay impoluto, mapas retorcidos que parecen haberse creado de manera artesanal, enemigos que nos llevarán más allá de nuestro límite y una premisa universal: por muy demencial que sea la situación, y en ese aspecto Bethesda no se ha contenido lo más mínimo, siempre es el DOOM Slayer el que lleva el ritmo de la partida. Llevando la destrucción y la barbarie por bandera.
Haciendo que, en el proceso, el jugador sea siempre cómplice del Slayer en sus actos más bárbaros y sus mayores atrocidades, al tiempo que se nos deja ser creativos al reducir hordas enteras de demonios y colosales enemigos a una grotesca acumulación de vísceras, sesos y sangre repartida de manera caótica por el suelo que pisamos. Y lo que es más importante, haciendo que la experiencia de juego solo pueda ser definida como impecable.
Con eso por delante: ¿qué podemos esperar de DOOM Eternal en Nintendo Switch? Por un lado, lo mejor de las experiencias lanzadas en el resto de sistemas. Por otro, el nuevo techo visual de una consola que no necesita de juego en nube para mover The Witcher III, Overwatch o Dragon Ball FighterZ. Y pese a que la resolución de DOOM Eternal se desploma en modo portátil, como verás en más detalle a continuación, como adaptación hecha a medida sigue siendo toda una sorpresa.
Nueva vida y gloria para el DOOM Slayer en Nintendo Switch
Teniendo en cuenta que DOOM Eternal ya forma parte del catálogo de Game Pass en Xbox y PC, la doble pregunta se hace sola: ¿qué podemos esperar de esta adaptación de Switch? Tanto en lo relativo a sus contenidos de lanzamiento y futuros como en lo que concierne a los límites de la consola dos-en-uno de Nintendo.
De partida, Switch recibe la gloriosa campaña de DOOM Eternal sin censuras ni recortes. Todas las fases, enemigos y su terriblemente acertado nivel de progresión llegan absolutamente intactos salvo en lo relativo a sus acabados, de los cuales hablaremos solo un poquito más abajo. Y, a diferencia de los lanzamientos originales, el multijugador BATTLEMODE está presente y en activo de salida.
Merece la pena indicar que existe una única excepción en lo relativo a la oferta de juego: la expansión (de pago) The Ancient Gods, cuya primera parte ya está disponible en el resto de sistemas, no aparece en el menú principal del juego. Queremos entender que será lanzada en Nintendo Switch más adelante. Sin embargo, con lo que ya se ofrece a través de la campaña y su multijugador iremos más que sobrados en cuestión de contenidos.
Lo cual nos lleva al verdadero quid de la cuestión: ¿Cuál es el sacrificio visual de DOOM Eternal para poder moverse en Nintendo Switch? De entrada, aquí puedes ver tres capturas del juego en el modo portátil de Switch, el modo TV (conectada al Dock de la consola) y de la versión de Xbox Series X, la consola de 12 Teraflops de Microsoft.
DOOM Eternal para Nintendo Switch en modo portátil
DOOM Eternal para Nintendo Switch en modo TV
DOOM Eternal para Xbox Series X
Puestos en común vemos que existe un notable salto de calidad y resolución entre los modos portátil y TV que se manifiesta en los acabados, las texturas y que queda más patente a la hora de mostrar los elementos más alejados. Sin embargo, la brecha técnica que separa la versión de Switch conectada al televisor con la de la consola de nueva generación más potente es bastante asumible.
Las diferencias, claro, están en los pequeños detalles. Sobre las versiones portátiles no podemos pedir demasiado dado que las pantallas de la propia Switch no van más allá de los 720p. Sin embargo, está a la vista que la reducción de efectos o que se hayan sacrificado detalles como la recreación de lava en favor de los aspectos más esenciales hace que el resultado final sea muy satisfactorio.
De hecho, la siguiente tanda de imágenes ejemplifica mejor cómo afecta la restricción de los acabados en el hardware nintendero.
DOOM Eternal para Nintendo Switch en modo portátil
DOOM Eternal para Nintendo Switch en modo TV
DOOM Eternal para Xbox Series X
Aspectos como los relieves de la puerta se diluyen en la versión portátil. No es que no hayan sido recreados, pero tampoco reflejan la brutal labor y el trabajo que se manifiestan en el juego original. Aunque, siendo justos, no los echaremos de menos en mitad de un tiroteo.
Mención especial a la interfaz de juego, la cual ha sido aclimatada para lucir bien tanto en portátil como en sobremesa de modo que todos los indicadores estén a la vista sin tener que forzar la vista. A lo que hay que añadir la posibilidad de ajustarla un poquito más desde las opciones.
Interfaz de DOOM Eternal para Nintendo Switch en modo portátil
Interfaz de DOOM Eternal para Xbox Series X
Con lo visual establecido, ¿qué ocurre con el rendimiento? Nuevamente tenemos que tener dos varas de medir en la edición de Nintendo Switch. De entrada, por muchos enemigos y efectos que haya en pantalla o muy retorcidas que sean los escenarios, en ningún momento DOOM Eternal se ralentiza o sufre de tirones. El Slayer se mueve como la seda tanto en portátil como en sobremesa.
Sin embargo, el precio a pagar para que esto sea así y mantener el frenetismo constante de las partidas es que el juego tiende a abusar de la resolución dinámica, de modo que si vamos muy lanzados no podremos apreciar en todo su esplendor el sistema de daños que deja expuestos y en carne viva los daños que infringimos a los demonios y monstruosidades que nos salen al paso.
A cambio, la ejecución de nuestros finishers va fina como la seda. El ritmo de los combates es tremendamente intenso en todo momento y la movilidad del Slayer alcanza el mismo nivel de excelencia que en el resto de sistemas, aunque en lo personal sigo echando en falta que Switch -o el mando Pro de Nintendo- dispongan de gatillos en lugar de botones planos.
Ahora bien, Panic Button ha tenido en cuenta las posibilidades de Switch a la hora de introducir una opción de control que aprovecha los controles de movimiento integrados en los Joy Cons. Sin embargo, DOOM Eternal es un juego en el que se dispara constantemente, la movilidad es esencial para sobrevivir a sus frenéticos combates y se apunta solo cuando es posible, con lo que esta adición no termina de brillar del todo.
Por supuesto, el regreso de los niveles con tintes plataformeros y esencia de metroidvania vuelve a brillar con luz propia, de modo que se premia nuestra violencia desenfrenada, pero también nuestra curiosidad a la hora de explorar los niveles con toneladas de secretos, desafíos extra y coleccionables que, sumados, terminan de redondear una experiencia tan brutal como soberbia.
BATTLEMODE, el brutal multijugador de DOOM Eternal
La experiencia de DOOM Eternal va mucho más allá de su campaña single player y se corona con BATTLEMODE, su único modo multijugador. Una experiencia competitiva de carácter asimétrico que no solo retiene con maestría el frenetismo y la barbarie de la campaña, sino que le añade nuevas capas de variedad a la experiencia.
En esencia, la propuesta de BATTLEMODE se resume en enfrentar al DOOM Slayer contra dos poderosos demonios, los cuales tienen la capacidad de conjurar toda clase de criaturas y trampas. El jugador que controle al Slayer se verá desbordado de amenazas pero, con la suficiente habilidad, podrá reponer munición y salud a base de demacrar a sus enemigos, lo cual equilibra el combate.
Por su parte, los jugadores que controlen a los demonios podrán alternar entre una amplia variedad de criaturas con sus propias características y sistemas de movilidad, pero también acomodar sus habilidades, características e invocaciones en la previa al encuentro. Y en caso de estar coordinados y saber complementarse, lo cual no es sencillo con todo el caos generado en pantalla, serán prácticamente imparables.
BATTLEMODE añade nuevas capas de variedad a la experiencia DOOM Eternal
Ahora bien, BATTLEMODE logra que cada combate sea más interesante conforme evoluciona la propia partida. Para que se sentencie la victoria final, el Slayer o los demonios deben ganar tres asaltos, sumando mejoras que aumentan las capacidades ofensivas o refuerzan las características de cada jugador antes de iniciar la siguiente ronda. Lo cual da pie a que haya giros imprevisibles a partir de la tercera ronda.
Si bien abordar la campaña de DOOM Eternal es una gozada en Switch, a pesar de sus limitaciones, jugar a BATTLEMODE en la consola de Nintendo tiene sus propios contras. Que se tarde en encontrar partida y jugadores es relativamente normal: el propio juego te recomienda activamente que llegues a un punto concreto de la Campaña. Y pasar por el tutorial no es opcional. A lo que hay que sumar, claro, que el volumen de jugadores de Nintendo Switch Online no se puede comparar con el de otras plataformas.
Por otro lado, en BATTLEMODE es cuando más se hace patente el sistema de la resolución dinámica. Especialmente en portátil. En Panic Button decidieron volcarse de lleno en el rendimiento, y dada la naturaleza del propio modo hicieron lo correcto. En consecuencia, como multijugador funciona de maravilla y redondea el valor del propio juego, pero lo cierto es que la experiencia se hace más disfrutable desde el resto de sistemas.
Dicho lo cual, si bien la intensidad de BATTLEMODE es tan salvaje como la propia Campaña, seguimos echando en falta otros modos multijugador más tradicionales y asociados a DOOM, como el clásico Deathmatch o el alocado creador niveles de DOOM (2016).
Pese a ello, BATTLEMODE se beneficia totalmente del sistema de progresos del juego, permitiéndonos desbloquear contenidos extra de manera gratuita como nuevos aspectos, gestos y elementos estéticos para el Slayer y los demonios. Elevando hasta el infinito la generosa rejugabilidad de DOOM Eternal.
La opinión de VidaExtra
El Slayer vuelve a triunfar, y lo hace sin contenerse en cuestión de ultraviolencia y ante su mayor desafío: acomodar la apoteósica experiencia original que nos voló la cabeza en PCs y consolas a un sistema con sus propios límites y características, pero que no ha parado de darnos sorpresas y alegrías desde su lanzamiento. Siendo, la más reciente de ellas, el propio DOOM Eternal.
Un shooter brutal que no solo está a la altura de una saga de culto, sino que se impone como una cita obligada para todos los que alucinaron con el también aclamado DOOM de 2016 y añoran la esencia de los FPS clásicos.
En lo referente a su campaña, sus mapas son colosales en tamaño, retorcidamente brillantes en diseño y muy desafiantes en los combates. A lo que hay que sumar toneladas de secretos y desbloqueables e interesantes recursos para volver a visitarlos, como los trucos repartidos por el propio juego (en formato de disquete) o los Niveles Maestros.
Ofreciendo al jugador en el proceso una trama gloriosa con un desarrollo apoteósico que logra cautivar al jugador entre tanta barbarie y atar todo el legado de DOOM en sus compases finales.
La consola de Nintendo suma uno de los mejores y más brutales shooters jamás hechos
Y pese a que su multijugador BATTLEMODE no brilla con la misma intensidad que en el resto de sistemas, su propio planteamiento iguala el tono y el frenetismo de la Campaña. Lo cual es un logro en sí mismo.
Hay factores concretos que, sin ser puntos en contra, lucen como oportunidades perdidas. Y no tienen que ver con la resolución o el rendimiento, sino a la inclusión de nuevas modalidades multijugador o una mejor implementación en el uso de los Joy Cons en la experiencia. Un aspecto que, por cierto, Bethesda siempre ha cuidado en sus anteriores títulos acomodados a Nintendo Switch.
Sin embargo, ante lo visto y lo logrado con DOOM Eternal en Nintendo Switch uno solo puede quedarse asombrado. La experiencia íntegra ha sido llevada a una consola que se niega rotundamente a quedarse anclada en los catálogos de generaciones anteriores.
El precio a pagar por jugar a DOOM Eternal en cuestión de presentación salta a la vista en el modo portátil, y presumiblemente las consolas Switch Lite, pero el resultado final supone un nuevo hito para la consola de Nintendo. Especialmente, si jugamos con la consola conectada al Dock y desde una TV, resulta una agradable sorpresa.
Panic Button vuelve a conseguir que nos quitemos el sombrero a través de una conversión que saca a relucir lo mejor de Nintendo Switch y, en el proceso, también expone sus propios límites de hardware. Pero al final logra lo que se propone: igualar la intensidad y la grandeza de un título que se ha posicionado preferentemente -y de manera merecida- entre los mejores y más brutales shooters jamás hechos.
DOOM Eternal
Plataformas | Nintendo Switch |
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Multijugador | Sí |
Desarrollador | id Software /Panic Button |
Compañía | Bethesda |
Lanzamiento | 8 de diciembre de 2020 |
Precio | 59,99 euros |
Lo mejor
- El shooter más demencial jamás publicado en una consola de Nintendo
- Una adaptación muy logradísima, pese a su resolución en portátil
- Una campaña que es para quitarse el sombrero
Lo peor
- Se echan en falta más modos multijugador
- El sistema de apuntado por movimiento puede resultar caótico
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